Las salidas profesionales de los pedagog@as genéricamente pueden agruparse en tres sectores profesionales: Educativo Formal , Social Cultural, y Profesional Corporativo. Quisiera aportar un ejemplo real del papel importante que jugamos en proyectos de consultoría informática, fundamental en estos tiempos donde hay que justificar nuestro valor añadido y donde es necesario reinventarse cada día.
Desde mi experiencia en el contexto empresarial, las principales salidas profesionales han sido la pertenencia a departamentos de Formación dentro del área de RRHH, así como la absorción en proyectos de consultoría en formación, especialmente en soluciones y servicios e-learning.
La crisis también ha afectado a nuestro negocio, y el número de proyectos se ha reducido considerablemente, menos subvenciones, tratamiento de choque para eliminar la grasa en las empresas, métodos Lean mal entendidos que solo persiguen aprovechar la situación coyuntural para despedir el mayor número posible de empleados, empeoramiento de las condiciones laborales, supresión de todo aquello que no justifique de forma tangible la inversión inyectada, etc….
Todos estos factores han atacado a la línea de flotación de áreas empresariales horizontales, dedicadas a la prevención de riesgos laborales, recursos humanos, i+d, diseño, marketing y comunicación, formación, líneas transversales productivas, entre otras , ….
Este nuevo escenario destructivo e involutivo ha obligado al pedagog@, como en otras profesiones, a reinventarse, hacerse útil y justificable en los ajustados márgenes de los proyectos.
Hoy quisiera aportar mi grano de arena, en el propósito de divulgar el valor añadido que podemos aportar en proyectos de prestación de servicios de consultoría, servicios tecnológicos y de outsourcing. No es un rol nuevo, pero para muchas empresas desconocido o infravalorado. Me refiero a la participación de los pegadog@s en proyectos de Gestión del Cambio, fundamentalmente en la participación en el análisis, y en el diseño, implantación de planes de formación, así como en su evaluación y reajuste.
¿Qué es la Gestión del cambio?
No voy a enrollarme mucho en lo que es un proyecto de Gestión del cambio. Hay mucha literatura disponible, basta con acudir a nuestro amigo Google y buscar Proyectos de gestión del cambio, es por ello que voy a comentar un ejemplo simple aunque debemos tener en cuenta que implica muchos más y complejo que este caso.
Imaginémonos que trabajamos para una consultora informática que va a implantar una nueva aplicación o software en una institución. Pongámonos en la piel de los usuarios destinatarios acostumbrados a no usar ninguna aplicación informática en la rutina de sus tareas, o que han usado otra herramienta informática que dominan y conocen a la perfección. Podremos comprender la inquietud, incertidumbre y rechazo que produce la implantación de esa nueva aplicación.
Plan de Formación para la Gestión del Cambio
Para mitigar este impacto negativo e incertidumbre, es necesario vertebrar procesos y mecanismos para asegurar el éxito de la implantación del sistema. En lo que nos concierne a todos los que nos dedicamos en mayor o menor medida a la consultoría en formación, he representado en la siguiente infografía los pasos a gran nivel que debe hacerse en un plan de gestión del cambio, resaltando los que están relacionados con la formación.
Plan de Formación
Ampliar imagen
Resumen
Con este post quería resaltar varios aspectos a tener en cuenta:
Hola;
Llevo ya unos cuantos años trabajando precisamente en ese campo, y puedo confirmar que el enfoque pedagógico hace falta como el comer. Los planes de formación asociados a la gestión del cambio se suelen hacer sin base metodológica y cuesta mucho hacer entender a los jefes de proyecto la necesidad de dedicar recursos a esa parte.
Uno de los puntales de una buena gestión del cambio es la evaluación de resultados, y en ese sentido cambiaría un detalle del infográfico del post: nunca dejaría el diseño de métodos de evaluación para la fase de evaluación, sino que lo definiría en la de diseño, a partir del déficit de competencias detectado en la fase de análisis. De lo contrario es fácil encontrarse midiendo datos poco relevantes (típicamente el índice de satisfacción y un par de tests que quieren pasar por un nivel 2 de Kirkpatrick) «por dar algún dato», porque a esas alturas del proyecto ya no queda tiempo ni recursos para hacerlo bien.
¡Saludos!
Antes de nada, muy buen artículo Jorge. Interesante y muy pertinente.
Resulta muy clarificador el itinerario a seguir, pero creo que el camino, en vez de tener fin, debe devolvernos al principio. El proceso y la gestión del cambio debe ser cíclica, continua y no darla nunca por finalizada: siempre cabe una mejora y optimización.
Esto nos va a permitir estar adaptados al cambio y en continua alerta para actuar en cualquier momento. Por eso, y coincido en parte con David los métodos de evaluación los diseñaría al principio y los implementaría a lo largo del todo el proceso por fases; Por ejemplo: al inicio: ¿estoy ajustándome a las necesidades iniciales y al objetivo del proyecto? A mediados del proyecto: ¿Se están llevando a cabo las tareas que me he propuesto con las herramientas que he propuesto? Y otra al final: ¿He cumplido con lo que pretendía¿ ¿Se puede mejorar el proyecto, proceso, etc.?
¿qué te parece?
Tenéis toda la razón, David gracias por la puntualización, efectivamente, en esta fase debe evaluarse los planes diseñados, por lo que es necesario que el diseño de la evaluación y seguimiento se haya definido previamente como comentabas.
Y totalmente de acuerdo Marcelino, debe ser un proceso cíclico y de retroalimentación no lineal.
A ver si con Photoshop consigo hacer un apaño a la infografía para reflejar estos dos aspectos. 🙂
Gracias por vuestros sabios comentarios