El aprendizaje presencial siempre ha estado por encima del eLearning. La principal razón: la dificultad de acreditar quién estaba detrás de la pantalla.
La desconfianza es uno de los patrones más extendidos en la sociedad actual digitalizada. Pensar que quien está detrás de un perfil o una cuenta no es quien dice ser, es algo muy recurrente en la red.
El eLearning no iba a ser menos.
Un poco (muy poco) de historia
Al principio todo eran dudas y desconfianza. Esto hizo que los sistemas virtuales de aprendizaje se configuraran como entornos cerrados donde tener un cierto control del alumno. Al poco, se sumaron estándares de seguimiento: AICC, IMS, SCORM, etc. Hemos convivido casi dos décadas con este modelo, pero para nada: la desconfianza sigue estando ahí.
Hace no poco la industria, alentada por el giro social de la red y el alcance de la madurez digital de los individuos, comenzó a cuestionar el modelo e ideó un sistema más descentralizado de seguimiento. Ya podíamos controlar fuera del lms al individuo: nace xAPI . Pero, ¿es él? ¿es la persona que dice haber visto un vídeo de youtube?
Francamente a día de hoy, seguimos teniendo el mismo problema:
BlockChain el salvador del eLearning
Esta desconfianza podría saldarse aplicando tecnología BlockChain en entornos educativos.
Pero, ¿qué es esto de blockchain o bloques de cadena?
En realidad es una tecnología compleja y reciente, aplicada hasta ahora sólo en criptoeconomía (BitCoin) pero, con mucho potencial de aplicación a otros ámbitos. Los expertos hablan de otra revolución como la que fue el nacimiento de Internet y comienzan a vislumbrar aplicaciones de esta tecnología en otros sectores. Aquí tienes un ejemplo de 10 aplicaciones.
Intentemos llevar el ejemplo a nuestro ámbito.
Hasta ahora en las transacciones entre personas o personas e instituciones , necesitan de un tercero para la sociedad confíe, valide y acepte esa operación.
Ahora es cuando viene lo bueno de BlockChain
Para que ese alumno pueda certificar que lo aprendido es verdad verdadera, debe cursarlo en una Universidad que esté acreditada y homologada por un tercero, en este caso, el Estado Español. Sin esta validación y asiento en la base de datos del tercero (respondiendo a unos criterios y garantías), el proceso no sería de confianza y el título no tendía validez.
Vamos más allá, si pretendo enterarme de, si esa persona hizo o no el máster de verdad, tengo que preguntarle al tercero, y probablemente, por razones de protección del dato, no haya una acceso transparente a él.
Pues bien, lo que propone BlockChain es esto justamente: generar un sistema de intercambio de información donde no existan intermediarios y la información sea veraz, inmutable y perdurable. Además, las transacciones son vistas por todos y son aceptadas por todos.
En esencia es un solo libro de contabilidad distribuido que registra todas las transacciones. Lo que lo hace especial es que es duradero, inviolable, estampado en el tiempo, transparente y descentralizado.
¿Por qué cadena de bloques?
Se llama así por la forma de incorporar información al libro contable. En cada transacción, se genera un bloque, y mediante complejos algoritmos matemáticos, se valida en todos los nodos donde está la réplica de ese libro.
Una vez validado por todos, ese bloque “se suelda” a la cadena de bloques anteriores y ya queda registrado sin posibilidad de inmutarse.
Y esto, ¿qué tiene que ver con el eLearning?
Hasta ahora BlockChain ha sido la tecnología detrás de Bitcoin para generar confianza en las transacciones.
Pero conforme los sectores van conociéndola, van encontrándole posibles aplicaciones. Y la educación no iba a ser menos. Según el artículo publicado en la Revista Electrónica de Tecnología Educativa, Jordi Adell entre otros (noviembre 2017) marca que: “el punto de partida es la acreditación del curriculum vitae, si bien existen otras aplicaciones a portafolios, evidencias de aprendizaje, insignias (badges) en aplicaciones gamificadas, etc. Posiblemente han de pasar años hasta que se produzca una implementación relevante en educación”.
Retomemos el ejemplo y al lío
Comienza la cadena de bloques: el SmartContrac al que está vinculado realiza una búsqueda de los requisitos que se necesitan (académicos, económicos, laborales, etc). Hasta que no son todos validados no facilita el acceso a dicha formación.
Una vez el contrato inteligente desbloquea, el usuario realizará el curso con toda la confianza de la red sin necesidad de terceros entre él y la plataforma.
Cada hito (competencial, de conocimiento, etc) que consiga quedará registrado en la cadena y será incorporado a un registro público inmutable que puede ser consultado y conocido por todos.
Esto, evidentemente es una aplicación muy alejada en el tiempo y que puede incluso que no se realice. Pero si observamos a los mejores Institutos del mundo, ya están trabajando en BlockChain y educación:
- MIT y BlockChain
- Learning is earning 2026
- BlockChain en educación: introducción y crítica al estado de la cuestión
Os dejo también un vídeo que ilustra claramente el uso de blockchain y contratos inteligentes:
Interesante artículo.
La confianza siempre ha sido la base para la construcción de sociedades de todo tipo, y la falta de ella es catastrófica gradual en todo tipo de relaciones humanas y organizacionales.
Ahora, opinar sobre el Bitcoint, así como primeriso de primeras impresiones, por los vídeos cortos de adeptos que he visto. Creo que hacer ganancias en ello es fabuloso, aunque me sorprende el nivel de aplicación de muy poca inteligencia humana en sus transacciones de acciones de empresas. Eso me genera una desconfianza absoluta. Pero, dispuesto a indagar más.
Si creo en la tecnología BlockChain, aunque eso va más de la mano con mi perfil de Ingeniero en Administración y seguidor de las tendencias de software ERP o cualquiera que toque temas empresariales, ahí estaré presente, considero.
Me parece una idea excelente, así se podrá llevar un control de asistencia. Además obliga un poco más al alumno y puede ser bastante beneficioso en el futuro.