“Donde todos piensan igual nadie piensa mucho.” Walter Lippmann (1889-1974) Comentarista de prensa y autor estadounidense.
Perdóneme antes de empezar el Sr. Edward de Bono, quien hace algunas décadas nos regaló está técnica de reflexión y debate hoy en día bastante extendida. Y digo perdóneme porque me he valido de dicha genialidad para barrer a nuestro terreno y proponer un recurso que nos sirva para evaluar la calidad de cualquier curso, actividad, escenario o contenido e-Learning.
Recuerdo haber usado esta técnica para evaluar hipotéticas situaciones de conflicto, sobre todo social, medioambiental,… Se planteaba una problemática y se analizaba provocando entre los asistentes el uso de pensamiento lateral. De esta manera se obtenían resultados más creativos y se evitaba caer en el pensamiento lógico, gran culpable en cierta medida de la perpetuación de aquellos problemas.
La técnica de los “6 sombreros para pensar” (Six Thinking Hats) era perfecta para ello. Cada sombrero un color y una manera diferente de reflexionar. Si te colocabas el blanco te convertías en una persona objetiva y solo medías los hechos. Con el sombrero rojo, lo contrario, experimentabas pura pasión y te dejabas llevar por tus emociones. Con el negro, inundabas tu cabeza de ideas exclusivamente negativas, pura visión pesimista. El amarillo, en cambio, te empapaba de positivismo y te hacía sentir optimista. Así el verde te inspiraba creatividad y te convencía de que siempre existía otra manera de hacer las cosas. Y por último el sombrero de color azul, que es el que se colocaba el moderador desde el principio y manifestaba control y orden.
Dentro de sus múltiples variantes, la finalidad siempre era exprimir al máximo las diferentes maneras de pensar, para conseguir nuevas soluciones. Con esta idea y valorando el carácter multidisciplinar que presenta el diseño y elaboración de cualquier “producto” eLearning, la analogía se prestaba fácil. Para ello escogí, de forma figurativa, algunos de los perfiles profesionales que suelen participar en el proceso de creación y a partir de ellos algunos parámetros evaluables.
Este sería el resultado gráfico de una ficha ejemplo de curso hipotético ya evaluado. Visualmente se podría comparar con otros cursos de la misma temática o establecer un ránking, para así saber por cual decantarse por ejemplo.
Con este ejercicio de perspectiva, podremos valorar cada uno de los puntos de vista intervinientes. De esta manera tendremos en cuenta todos los elementos que interfieren en la experiencia de aprendizaje y podremos evaluar la calidad formativa del objeto en cuestión. Para ello sería genial contar con el juicio de profesionales, tutores y alumnos.
Finalmente la pretensión no es otra más que la detección de posibles carencias o necesidades, buscando así una mejora en la calidad del producto final.
A modo práctico he elaborado este cuestionario ejemplo en forma de escala de valores que podéis consultar aquí .
Esta es solo una primera propuesta abierta, flexible y sobre todo mejorable ¿Qué os parece?
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Fuentes
- Imagen 1 obtenida de http://www.spinneyavenue.org.uk/Spinney/Hats.html
- Imagen 2 diseñada por oJúLearning
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