Es momento de sustituir los Libros de Texto por elearning

Es momento de sustituir los Libros de Texto por elearning

Haciendo parentesco entre el elearning mas extendido y la escuela tradicional reglada veremos que hay muchas similitudes, si bien es cierto, la educación reglada presencial tiene poca flexibilidad en su estructura, en elearning es posible realizar un formato de estudio más complejo e instruccional.

En un curso elearning, depende mucho el técnico experto en la materia, el tutor dinamizador y la imaginación en diseño y estructura que pueda poner el técnico en montaje del curso, la libertad que ofrece es muy diferente gracias a Internet. La educación reglada se basa en la organización del curriculum pactado y prefijado por el Ministerio de Educación y por las CC.AA. dando la sensación de ser un tanto despótico, dependiendo del signo y color del gobierno.

En este cuadro hecho en 1 minuto me he fijado en las similitudes entre elearning y escuela que son bastantes a excepción del último punto, la diferencia entre los recursos webs y los libros de texto, entre estar conectado a una red o coger el libro de sociales, entre teclear “reunificación de Alemania” o ir a la página 37,…

¿Es muy caro modernizar la educación pública? No, para nada, es cierto que la virtualización de contenidos, la implantación de plataformas (LMS), de sistemas de comunicación (PLE), seguridad informática, desarrollo informático, banda ancha en colegios, docentes reciclados, mantenimiento, cambios legislativos severos, equipo de tecnócratas y expertos, etc, debe ser algo muy costoso, tanto que se nos escapa de las manos hacer una valoración a priori de poner un precio a todo esto, sin embargo, muchos de esos gastos se harían una vez y luego mantenimiento y evolución.

Me voy a centrar en los libros de textos, la industrialización de la educación pública dio lugar a editoriales que todos conocemos, que todos hemos manejado en un sistema que mueve mucho negocio como es la educación pública. Estos libros son una buena herramienta de apoyo para la clase, nadie lo discute, sin embargo su evolución en los últimos 20 años está siendo más que criticada. Además, en estos tiempos que corren, hay que mirar con lupa cada gasto y sobretodo optimizar mejor todos los gastos.

La venta de libros de texto para los escolares es un negocio muy lucrativo en el Estado español. Según los datos de la Asociación Nacional de Editores de Libros y Material de Enseñanza (ANELE) que agrupa al 95% de las editoriales de libros de texto, en el año 2008 la facturación ascendió a casi 900 millones de euros, lo que representa un 28,1% de la facturación total del sector editorial. (Enlace a la fuente)

Por otro lado, cada CC.AA ofrece ayudas y subvenciones para la adquisición o préstamo de libros de texto, concretamente en Andalucía para el curso 2012/2013 se destinará una suma de 85 millones de euros para tal fin, una medida que beneficiará a unos 900.000 escolares (Enlace a la fuente) si bien es cierto que ofrece la alternativa digital para los de 2º de ESO a través de su programa “Escuela TIC 2.0” a modo de prueba, lo cual demuestra un acercamiento a la era digital pero con un formato casi idéntico, sin conexión a Internet, con un temario unidireccional y verdadero y con bastantes fallos en su interfaz.

¿Qué pasa aquí?

Pienso que hay cierta desconexión de la realidad en las aulas, la mayor parte en que los escolares se encuentran sin acceso a Internet es en horario escolar, sería justo enseñar a utilizar herramientas webs, divertirse, convertir el conocimiento en interés, realizar tareas en grupo sin libros de textos, …

Los libros de textos transmiten conocimiento pero no aptitudes y capacidades como la de discurrir, criticar, ampliar o incluso rebatir, se empeñan en ofrecer un contenido único que beneficia a los chicos más acomodados como bien comenta Bernat Ruiz en su blog:

 

[…]si nos limitamos a digitalizar el libro de texto estaremos adentrándonos en un camino sin salida, […] 

Estructura obsoleta: perpetuar una estructura rígida de la enseñanza es seguir viviendo en la ilusión que a niños de diferente origen sociocultural se les puede enseñar igual. Es cierto que las escuelas adaptan ciertos procedimientos en función de su entorno, pero también es cierto que, en lo básico, lo que se enseñan son contenidos, no habilidades, ni aptitudes, ni actitudes ante el conocimiento; eso deja en mal lugar a los niños provenientes de poblaciones, barrios y/u hogares deprimidos, y presta cierta ventaja a los más acomodados

Los libros de textos deben pasar a un segundo plano en la educación pública, dejar de ser un organizador de los elementos curriculares. Sus ejercicios y sus lecciones no están adaptadas para todas las situaciones socioculturales, económicas o religiosas, es momento de darle un protagonismo a otros modos de concebir la educación pública.

Existen casos de éxito de cómo los propios alumnos, con una buena orientación y guionización del docente (adentrado en la era de Internet) han virtualizado contenidos en lugar de dar el libro de texto han construído un llamado ibook o libro virtual.  Un trabajo muy enriquecedor que además pueden compartir con otros compañeros de forma activa. Estos chicos de séptimo grado en EE.UU han cosechado un tremendo éxito: Alumnos crean un libro de texto top en ventas.

Podría estar tratando este tema durante mil líneas pero mejor dejarlo aquí y darle un poco de tiempo de discusión. Termino con una reflexión de Koopiloto G.R.
[…] continuán existiendo ideas preconcebidas de que las tecnologías son un medio de «distracción», nunca de educación[…].


Fuentes consultadas:

4 comentarios

  1. ltornos dice:

    Interesante reflexión Dani, imagino que te centras en la escuela Primaria y Secundaria. Actualmente y desde hace unos años, muchos ciclos formativos de grados superior y alguno de grado medio se ofertan en modalidad elearning, sin ningún libro de texto por medio… Además con bastante buena acogida. Lo ideal sería poder extender ésto al resto de niveles educativos. Pero tampoco debemos ser más papistas que el papa, el libro sigue sieno el libro, y un alumno o alumna debe saber trabajar y buscar información a través de la red pero también a través del papel. Al menos en edades muy cortas (Primaria).

    No te parece Dani?

    Saludos!

  2. Aún recuerdo el tener que ir a las bibliotecas para realizar trabajos para documentarme, llegué a cogerle mucho el gusto eso de coger muchas obras y ver el índice y leerme los capítulos relacionados…

    Evidentemente los libros son una parte muy importante en la educación de una persona, la lectura fomenta partes muy importantes de nuestra corteza cerebral y una pantalla no causa el mismo impacto, solemos «fotografíar» una pantalla y «asimilar» una lectura de texto.

    Sin embargo, lo que defiendo aquí es fundamentalmente lo que comenta Bernat Ruiz que destaco en el post, debemos evitar trasladar la estructura rígida de la escuela a formato elearning. Debemos usar libros de texto de una forma más «sana», dejar de causar temor de los estudiantes al libro como sucede en muchos casos, sobretodo hace mella en estados socioculturales medio-bajo que actualmente es más de la mitad de la población estudiantil.

    Un poco más agresivo se muestra otro autor que me encanta, Roger Schank al que ya hice referencia por su idea de comenzar una desescolarización y deconstruir y construir el sistema educativo. En una entrevista a ELPAIS hace años dice cosas muy interesantes.
    http://elpais.com/diario/2010/02/25/ciberpais/1267068270_850215.html

    Gracias por el comentario Luis ; )

  3. Gracias por tu post Daniel.

    A mi me recuerda cuando yo trabajaba como maestro en colegios de educación primaria y, desde enfoques innovadores, defendía dejar de emplear el libro de texto como única del contenido y las actividades en las aulas.

    Cuando tenía la suerte de caer en un centro con un grupo de maestros con los que me sentía identificado, elaborábamos nuestros propios materiales teniendo en cuenta el entorno y los intereses de los niños.

    El tiempo que estuve dedicado a la formación del profesorado intenté defender esta misma idea. ¿Cuál era el principal obstáculo? Que el libro de texto da seguridad a los docentes. La mayor parte de nosotros hemos aprendido utilizando libros de textos como material básico en torno al que giraban las clases. Quizás era mucho pedir su abandono y, quizás ahora puede pasar algo similar. Esos formatos rígidos dan seguridad a los profesores.

    Desde luego, siempre ha habido y habrá docentes innovadores que desarrollan su trabajo de forma diferente.

    Un saludo,

  4. La seguridad del profesor es un punto a tener en cuenta, es más fácil tener una guía prefijada y ya de paso un par de regalos de la editorial al centro por recomendar sus libros para el curso académico.

    Las unidades didácticas planteadas por el profesor a modo personalizado contiene mucho más valor a la educación de los usuarios.

    Gracias Enrique por tu interesante punto de vista desde dentro.

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