Para realizar una breve aproximación al tema aludido debemos reforzar conceptos. ¿Te parece?
Encontramos que “atención” es el proceso por el cual podemos dirigir nuestros recursos mentales abordando los más relevantes aspectos del medio; mismo, sobre la ejecución de acciones concretas que concebimos más aptas entre las posibles.
Hace referencia al estado de observación y de alerta que nos permite tomar conciencia de lo que ocurre en nuestro entorno.
En el proceso de atención nuestra mente se puede centrar en un estímulo de entre los millones de estímulos que recibimos a diario. Constantemente nuestros sentidos los perciben, pero la atención es aquella que nos permite centrarnos en aquello que debemos expresar o estar más atentos.
¿Qué es la concentración?
Es la capacidad de mantener la atención en determinado campo o material de una manera sostenida.
Habilidad fundamental en los procesos de aprendizaje ya que nos permite mantener la atención sobre algo que sea de nuestro interés el mayor tiempo posible.
Cuando somos adultos nuestros niveles de concentración son mayores mientras que en los niños este tiempo de concentración viene determinado por la maduración cerebral en la que se encuentre.
En los primeros años la concentración ronda máximo en los 10 minutos al tiempo que, a medida que pasa el tiempo, podemos mantener entre 45 o 50 minutos a un estímulo dado en el aprendizaje.
Estrategias para favorecer la atención:
Fichas de atención primaria
Uno de las grandes ventajas a subrayar es que los niños cometen errores en sus primeras sesiones, pero a medida que fortifican la atención, las emplean correctamente.
Algunas no requieren lápiz ni papel. Se las puede encontrar en formato digital.
Las fichas contienen diversos tipos de pautas:
- Descubrir oraciones incorrectas
- Separar al dibujo intruso
- Unir números, signos y símbolos
- Ordenar figurar iguales
- Ordenar de menor a mayor
- Seleccionar elementos comunes en la vida diaria
- El laberinto animado
- Unir los puntos
Dichas fichas además de estimular la atención desarrollan en conjunto la motricidad fina, la orientación y percepción.
Fomentar los diferentes canales sensoriales del niño apoyarán un aprendizaje multisensorial sea por iniciativa propia del niño o de los tutores o padres.
Si por ejemplo tenemos un niño con inteligencia musical él rendirá más si escucha música. Entonces un modelo de ficha a seguir sería dar pistas de letras de canciones para no causar interferencia en el estudio.
Juegos de mesa
Podemos realizarlos desde edades muy pequeñas como en adolescentes.
Además del beneficio propio del juego que es el entretenimiento, la recreación y el desarrollo afectivo, podemos mencionar otro tipo de habilidades que se adquieren con ellos.
Los chicos fijan su atención y se fortalece la memoria. Por supuesto, también la inteligencia.
Es necesario, en este tipo de actividades, seguir reglas. Instrucciones específicas: llegar a la meta o alcanzar determinado lugar/posición en el juego.
Entre los 3 y 9 años podemos realizar actividades como ‘percibir diferencias’ permitiendo sostener la atención, asimismo, actividades de integración visual sea completar dibujos o actividades de identificación de aciertos/erros, ejercicios de agudeza visual, laberintos –desarrollando la inteligencia espacial-, rompecabezas y sopas de letras –procurando el desarrollo de la observación-.
Ordenar
Dar instrucciones sencillas como ordenar el cuarto o, cuando llegamos de hacer compras del supermercado, pedirles que nos ayuden en el trabajo de ordenar nuestros elementos.
Allí el niño aprenderá a categorizar. Clasificará por colores, tamaños, usos de acuerdo al orden que hayamos estipulado en casa.
Esta actividad tan sencilla permite poner en práctica procesos mentales superiores como la atención y la capacidad de organización.
Utilización de autoinstrucciones
La receta es un buen ejemplo de como el niño va diciendo en voz alta cada una de las acciones o pasos a realizar. Verbigracia: tomar cuatro tazas de agua, pesar el azúcar.
Todo esto permite interiorizar en el niño el hecho de dar instrucciones ya que forman parte nuestra cotidianeidad.
Crear ambientes de estudios ideales
El ambiente de estudio donde nuestros hijos realicen sus evoluciones de aprendizaje en casa o en las oficinas de sus padres debe ser un lugar iluminado, silencioso donde entre aire fresco, y fundamentalmente, que, en lo posible, sea el mismo lugar para que con el tiempo el cerebro del estudiante haga una asociación. Entonces el cerebro asocia: escritorio>estudio. Y ya, cuando se está acercando o se ubica en ese lugar habrá una predisposición/actitud para iniciar esa labor.
Dormir tiempo suficiente
La primera razón responde a la necesidad biológica que tiene el sueño para nosotros como una actividad restauradora.
Luego de un día lleno de actividades nuestro cuerpo necesita descansar y recomponerse para enfrentar con mucha energía las actividades del día siguiente.
Sabemos que los niños deben dormir 8 horas porque el cerebro procesa o selecciona información importante. El cerebro, mientras dormimos, descarta información que no sirve y atesora en la memoria a largo plazo la relevante.
Este post me ha gustado muchísimo, pretendo buscar técnicas para que mi hijo pueda sentarse a estudiar porque se distrae demasiado, así que pondré en práctica estos consejos tan interesantes. Un saludo.