Sé que soy inteligente, porque sé que no sé nada.Sócrates
Contada así, la verdad es que nuestra smartlife puede parecer muy smart pero muy poco life, ¿no crees? Quizás en eso consista la vida, en vivirla sin más y no tanto en pensar cómo hacerlo.
A la hora de aprender ocurre un tanto lo mismo, no todo es programable y optimizable a priori. La esencia de nuestro aprendizaje reside en fenómenos anímicos y motivacionales que hacen despertar la llama que provoca ese verdadero engagement y que posteriormente ayuda a generar un afianzamiento de lo aprendido. Esto ocurre en parte gracias a esa apreciación personal de un tema interesante y/o práctico que pasa a convertirse en significativo. Aunque no solo es el tema, a veces es quien lo cuenta y cómo lo hace y otras el ambiente receptivo generado. Por esta razón cuando se habla de Smart Learning se tienen muy en cuenta los escenarios de aprendizaje.
¿Qué es el Smart Learning?
El concepto de aprendizaje inteligente hasta el momento no recoge una definición clara y unificada, tal como suele ocurrir con términos similares. Sin embargo, podemos extraer algunas aportaciones de interés:
Además, otros se centran en recoger las características de este Smart Learning. MEST (2011) presentó las características del aprendizaje inteligente que se define como autodirigido, motivado, adaptable, enriquecido en recursos y con tecnología incorporada. Lee et al. (2014) propuso que las características del aprendizaje inteligente incluyeran el aprendizaje formal e informal, el aprendizaje social y colaborativo, el aprendizaje personalizado y situado y el enfoque de aplicación y contenidoA research framework of smart education
¿Cuál es el escenario ideal para el Smart Learning?
Tras revisar las aportaciones más significativas, podríamos sintetizar que el Smart Learning Environment ideal se caracteriza por proponer un modelo centrado en el aprendiz, con una solución de aprendizaje personalizado y adaptable, basado en herramientas interactivas y colaborativas, con acceso contextual y omnipresente. Este supuesto escenario tiene como objetivo impulsar y apoyar el desarrollo de un aprendizaje eficaz, eficiente y significativo.
Por tanto, el objetivo de estos Smart Learning Environments es proporcionar una experiencia de aprendizaje rica, personalizada y sin problemas para los aprendientes. Así, con una experiencia de aprendizaje sin fisuras, los entornos inteligentes pueden abarcar tanto aprendizajes formales como informales. De esta forma, para lograr una experiencia de aprendizaje personalizada, dichos entornos proveen servicios de aprendizaje precisos y ricos mediante el uso de análisis de aprendizaje.
Basándose en los requisitos demandados, se proponen las siguientes diez características clave de los entornos de aprendizaje inteligentes:
- Consciencia de presencia: Conocer la ubicación de los participantes en tiempo real.
- Conocimiento del Contexto: Explorar diferentes escenarios e información de actividad.
- Consciencia social: Sentir la relación social.
- Interoperabilidad: Establecer un estándar entre diferentes recursos, servicios y plataformas.
- Conectividad: Proporcionar un servicio continuo cuando cualquier dispositivo se conecta.
- Adaptabilidad: Impulsar los recursos de aprendizaje según el acceso, la preferencia y la demanda de aprendizaje.
- Ubicuidad: Proporcionar una forma visual y transparente para acceder a los recursos de aprendizaje y a los servicios relacionados.
- Monitorización del aprendizaje: Registrar los datos de la trayectoria de aprendizaje para analizarlos profundamente. Tras ser evaluados proponer sugerencias y proveer de servicio bajo demanda.
- Interacción Natural: Transferir los sentidos de la interacción multimodal incluyendo reconocimiento de posición y expresión facial.
- Alto Engagement: Favorecer la inmersión en experiencias de aprendizaje interactiva y multidireccional basadas en entornos tecnológicamente ricos.
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