¡Ojú!¡Cuánto ha llovido! ¿verdad?

¿Te acuerdas cuando llegábamos cada mañana a la oficina y expendíamos la mayor parte del día allí encerrados…..? uff, ¡Qué horror!… Antes de que llegara el teletrabajo, pasábamos más horas en la oficina que en casa con la familia. Las horas pasaban sin pausa, y con ellas los días, los meses, los años, … Los jóvenes de ahora no valoran lo que tienen.

¿Te acuerdas de aquellas gigantes y pesadas torres? ¿Y de los pequeños monitores cuadrados de 14” o 17”?… jejeje… no eran ni siquiera táctiles.

¿Y los cables?… uy… no se me olvidarán jamás aquellos dichosos cables enredados por todas partes. Cómo han cambiado las cosas, ¿verdad? Todo giraba en torno a aquel ordenador de sobremesa. No te podías mover de allí, y además toda la información la tenías exclusivamente en tu equipo. La pasabas de un lado a otro a través de aquellos pendrives que almacenaban tan sólo gigas. Pero en aquellos tiempos aquello ya era mucho.

Por aquel entonces ni siquiera había salido a la luz el Google OS y la mayoría de la gente usaba aquel espantoso Windows. Era como su pan de cada día. ¿Y aquello de las instalaciones de cada programa? Una a una en cada equipo,¡Tremendo!… y después de formatear, un día entero instalando programas y aplicaciones… Uff… no quiero ni acordarme. Menos mal que nos subimos de lleno a la “nube”.

¿Y los cursos?… cómo ha cambiado el eLearning desde entonces. Aquellos cursos estáticos, cargados de texto, sin apenas interactividad, sin sonido, en 2D,… y siempre visionados en el ordenador, cómo mucho en aquellos gigantes laptops, en vez de tranquilamente en tu teléfono móvil. Nada de dispositivos portátiles propiamente dichos. En aquella época no había pantallitas por todos lados como ahora, ni mucho menos hologramas,… yo creo que ni existían. Además usábamos aquellos SCORM como “estándar” de aprendizaje, y cada curso lo empaquetábamos y subíamos cientos de veces. En ocasiones lo lanzabas con éxito en un LMS y te daba error en otro ¡Vaya estándar!

Los LMS… Bueno, bueno,…  Me acuerdo de la llegada de Moodle 2.0, Blackboard 10, Sakai 3.0,… mucho antes de que el gigante buscador invirtiera en su plataforma educativa que tanto promocionó desde Google TV… incluso antes de que Facebook promocionara su servicio formativo a las instituciones. Aquel que las universidades aprovecharon para desarrollar sus másters internacionales.

Todo aquello, en parte, gracias a la llegada de los repositorios. Eso ya era otra cosa. ¿Y con la web semántica? ¿Qué haríamos ahora para buscar u organizar contenido?…jejeje ¡Qué recuerdos! Encima, tenías que escribirlo todo… y en aquellos teclados. Aún no se había perfeccionado el reconocimiento de voz ¿Te acuerdas de aquel boom?

¡Cómo pasa el tiempo!… Si es que por aquella época no habíamos ganado ni siquiera nuestro primer mundial. ¡Qué gran final aquella en Sudáfrica contra Holanda!

En fin, todo pasa tan deprisa que, sin darnos cuenta tanto el reloj como las nuevas tecnologías terminan adelantándote sin previo aviso. Y a no ser que te detengas y eches la vista atrás, te resulta imposible apreciar de verdad la evolución de las cosas.

Y es que al fin y al cabo, como dice el proverbio árabe “El hombre se parece más a su tiempo que a su padre”

Bueno, me voy a sentar bien en el sofá que tengo cybermeeting con un cliente y el jefe…  jejeje… los jefes… que pena que con tantos años de evolución  aún no se hayan extinguido. Y es que… ¡hay cosas que nunca cambian! 🙂