¿Una partida para aprender? Videojuegos y educación

¿Una partida para aprender? Videojuegos y educación
Los juegos infantiles no son tales juegos, sino sus más serias actividades.Michel Eyquem de Montaigne

Bien podría esta cita sustituir juegos por videojuegos, ¿no crees?

A lo largo de estos últimos 30 años, el consumo de videojuegos ha ido evolucionando de tal forma que se ha convertido en una de las industrias más fuertes del mercado tecnológico. Según la AEVI (Asociación Española de Videojuegos) en 2016 se consolidó como la primera opción de ocio audiovisual en nuestro país.

El espectro de edad que consume este tipo de material cada vez es más amplio. La sociedad convive con  videojuegos y los consume en multitud de plataformas: smartphones, pc, videoconsolas y televisión, etc.

Los que crecimos con las “maquinitas de los 80” ya comenzamos a ver el potencial que tenía este tipo de contenido y tras superar la infancia jugando al Donkey Kong y la adolescencia a la saga de Tomb Raider, coincidimos en que los videojuegos tienen un poder educativo muy alto y puede influir decisivamente en la conducta de quienes lo consumen.

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Decir a estas alturas que los videojuegos no son potentes herramientas educativas, es algo tan anacrónico como decir que los libros de texto son la única fuente verdadera de conocimiento. En los colegios ya se comienzan a ver algunas buenas prácticas, un ejemplo de ellos es Minecraft y su éxito educativo.

¿Qué ocurre entonces? ¿Porqué hay escasez de videojuegos como recurso didáctico en las aulas?

Esta pregunta tiene muchas respuestas. Según quienes las contesten, harán foco en unas u otras. En lo que nos ocupa, diremos que los juegos no están en la educación porque tienen muy mala prensa y una industria detrás con otras finalidades distinta a la educativa.

Por otro lado, cuántas veces hemos escuchado a los padres prohibir el ViceCity, el Call of Duty, Counter Strike o el FiFA entre otros, por ahogar al niño en horas y horas perdidas frente al televisor y educándose en unos valores no muy correctos para sus padres.

Este tipo de juegos, fomenta unos valores, educan de una forma determinada (lo hacen conforme a valores distintos de la sociedad, pero educan al fin y al cabo) que puede coincidir o no con lo que deseamos. Y lo hacen muy bien por muchas razones: entre otras, se convierten en una experiencia atractiva y memorable y se convierten en un reto bien estructurado y organizado, como decía nuestra compañera Azahara en sendos post.

¿Cómo aprovecharlos?

Mucho tiene que ver lo que hemos hablado antes. La población que tienen hoy niños pequeños ha vivido ya con los videojuegos y su percepción y conocimiento sobre ellos ha ido evolucionando y ahora lo consideran herramientas complejas y con mucho potencial.

Esto hace que en la actualidad  muchos padres se consideren capaces de diferenciar lo que es ocio y educación a través de los videojuegos. Incluso participan del consumo con sus hijos promoviendo su uso.

Es más frecuente encontrarnos en el mercado con ofertas de juegos que van más allá del ocio y que ponen de manifiesto otros valores fomentando alcanzarlos con la mecánica de juego.

Prueba de ellos es el consumo de este tipo de elementos en smartphones y tablets. En las tiendas de APPs hay categorías orientadas a la educación: en Google Play y en Apple Store en la que podemos encontrar de todo.

Y, ¿cómo podemos crear juegos atractivos y que a su vez fomenten valores socialmente correctos?

A los que nos dedicamos a la formación/educación nos puede parecer casi imposible crear un juego, sobre todo si pensamos que queremos hacer juegos como los anteriormente mencionados, donde la calidad gráfica, la mecánica y los elementos de acción están muy cuidados y merecen la categoría casi de “obra de arte de diseño digital”.

Olvidamos que un juego puede ser cualquier momento que sea divertido y tenga los componentes suficientes para enganchar, y para esto, no hace falta saber programar, dominar programas complejos,  ni nada por el estilo:

Hace falta imaginación, predisposición y un poco de metodología basada en la mecánica de los juegos.

El resto se puede completar con las cientos y cientos de herramientas que existen en la red para la creación de juegos. En ojú hemos hablado de muchas, pero si quieres te las volvemos a repetir:

Si lo que quieres es crear juegos simples y sin entornos gráficos cuidados, donde la mecánica y el sistema de reto es lo más motivador tienes este software gratuito:

Si lo que quieres es crear juegos más complejos con entornos gráficos, niveles y pantallas aquí tienes software gratuito con niveles de complejidad distintos, pero ni mucho menos complejos:

Y vosotros, ¿conocéis alguna plataforma interesante para crear videojuegos?

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Experto en eLearning y Pedagogo TIC . Apasionado de las nuevas tecnologías, intentando transformar digitalmente a empresas y trabajadores. Actualmente adentrándome en el apasionante mundo de la #programación.

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